Les encanta medir, si les damos una cinta métrica, medirán las sillas, la mesa, su altura -les encanta eso de hacer marcas en la pared-.
Hoy quiero animaros a jugar con los niños con la medida de la longitud, partiendo de que medir es un acto complejo, y que los niños, antes de aprender a medir deben saber clasificar y seriar.
Hemos de comenzar estimulando los sentidos, y utilizando las partes de su cuerpo, o posibles sustitutos en forma de juego.
Vamos a utilizar la mano, ¿cuántas manos mide el largo de la alfombra?
Fuente: Dealz |
Si utiliza su propia mano, no llegará a percibir la totalidad del número de manos, o la importancia de colocar siempre la mano de la misma manera.
En este caso estamos comparando, utilizamos las manos, o incluso la cinta métrica, y el acto se llama comparación indirecta.
La ventaja de utilizar estas manos de gomaeva, es que el niño puede poner una, dos, tres, ... y después podrá contarlas, esto desde el punto de vista de la didáctica, es lo que pasa de ser comparación indirecta a llamarse medida, porque ya estamos asignando una unidad -un referente- sea el número de manos, o de centímetros en la cinta.
Podemos medir también objetos que no sean tan sencillos, en el sentido que las delimitaciones, no tienen por qué ser líneas rectas.
Por ejemplo, ¿qué longitud tiene el contorno del vaso donde bebemos?
Podemos ayudarnos de los limpiapipas,
Los niños rodearán la figura con limpiapipas respetando la forma que tenga, podemos cortarlas y luego dejarlas extendidas, para ver qué vaso tiene más o menos contorno.
Seguro que te surgen muchísimas ideas para buscar objetos que comparar y medir, ¿te animas?
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